Hablar de la historia de nuestra gastronomía es hablar
también de María Rosa Ríos Portales o simplemente, Rosita Ríos, la reina y
señora del piqueo criollo. La décima edición de Mistura tendrá como escenario
el tradicional del distrito del Rímac que durante 45 años albergó la sazón y
cocina de esta legendaria cocinera.
Es por ello que la feria gastronómica rendirá homenaje al
sabor bajopontino recordando a la inigualable Rosita Ríos, famosa por sentar en
su mesa a pobres y ricos, a los poderosos y al ciudadano común democratizando
la buena comida.
María Rosa Ríos Portales, bautizada como la reina de la
cocina criolla, desde muy pequeña mostró una inclinación por la cocina popular
y se inició en el negocio de la comida a mediados de la década de 1920 como
vivandera en la tradicional Feria de Amancaes, lugar que conquistó con sus
anticuchos, sangrecita y papa rellena.
La acogida a su comida fue tan buena que en 1940 empezó a
recibir en su casa en el barrio de Malambo a sus comensales. El negocio fue
creciendo y así pudo adquirir un local en Ciudad y Campo a donde llegaron
personalidades, peruanas y extranjeras, como Manuel Odría, Juan Velazco
Alvarado, Chabuca Granda, Fernando Belaúnde Terry, María Félix, Augusto
Ferrando; entre otras.
Creadora del piqueo criollo, esa sabrosa combinación que nos
permite comer de todo un poco, se convirtió en una especialista preparando una
gran variedad de potajes tales como: arroz con pato, carapulcra, anticuchos,
olluquito, causa rellena, cau cau, ají de gallina, cebiche, escabeche,
anticuchos, sangrecita, chanfainita, papa rellena; y entre los dulces: los
picarones y la mazamorra morada.
Doña Rosita falleció el 6 de julio de 1966 en el Hospital
Arzobispo Loayza, a los 85 años. A su sepelio acudieron un gran número de
personas y la noticia fue portada de varios diarios de la época, no cabe duda
de que se trataba de una leyenda de la culinaria peruana.
Hoy, Milagros Calmet, su bisnieta, continúa con el legado.
Siempre con la misma paciencia y amor transmitido por generaciones.
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