Un plato tradicional peruano que surgió en las calles de Lima
como parte de la famosa oferta de los agachaditos, pero que tiene mucha
historia detrás de este contundente platillo a base de corazón de res marinado
en aderezos y puestos a la parrilla.
Entre sus fieles acompañantes siempre estarán las papas
peruanas y el choclo, además de su delicioso ajicito a base de rocoto, pero las
combinaciones entorno a este plato pueden variar, pues para ingeniosos, primero
están los peruanos.
Actualmente importantes restaurantes de comida peruana y los
especializados en pollos y parrillas lo ofrecen como plato de entrada, siempre
con esa sazón y sabor característico.
La palabra anticucho está relacionada con el quechua, pues en
ella se identifican vocablos como ‘anti’ (Andes), ‘kuchu’ (corte) y ‘uchu’
(ají). En su libro “La comida popular ambulante de antaño y hogaño en Lima”,
los historiadores Pablo Macera y María Belén Soria refieren que el anticucho
tuvo dos versiones, que cambiaron con la conquista. En la época prehispánica
—indican— esta opción culinaria se preparaba con carne de llama; luego, con la
llegada de los esclavos, la proteína habría variado, cambiado la carne por
menudencia, masificándose así su consumo.
En la actualidad, existen diversos maneras de elaborar este
potaje. Ahora no solo se usa res, sino en ocasiones también pollo o cuy en su
forma más exótica.
Así que ha disfrutar de un delicioso plato de anticucho la
invitación está hecha.
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