El Turrón: dulce tradición peruana

 

La historia de muchos postres peruanos está muy arraigada a las tradiciones y costumbres de este país. Recetas que se remontan a siglos atrás y que se han transmitido por generaciones hasta convertirse en símbolos de la identidad nacional. Uno de ellos es el turrón de Doña Pepa, considerado patrimonio culinario del Perú.

Hermanado con la festividad del Señor de los Milagros, este colorido dulce es uno de los favoritos por todos los peruanos. Y es que nadie se resiste a su dulce combinación de sabores que seduce al paladar. Cualquier momento del año es ideal para disfrutar del clásico turrón, pero es en octubre que adquiere mayor protagonismo por la bendición del Señor.

Una historia de redención y esperanza

El origen de este tradicional postre se remonta a la época virreinal, con la historia de Doña Josefa Marmanillo. Esta mujer, quien vivía en el Valle de Cañete -muy cerca de Lima-, era una esclava afroperuana muy conocida por ser gran cocinera. Una de sus más grandes recetas era el turrón. Por desgracia, Josefa padeció de una extraña enfermedad que con el tiempo paralizó sus brazos. Esta dolencia le permitió ser liberada del yugo de la época, sin embargo afectó su trabajo.

Ante esta situación, Josefa decidió acudir a la procesión del Señor de los Milagros, para implorar al Cristo Morado por su sanación. Tan grande era su devoción que, cuentan los abuelos, el milagro le fue concedido. En agradecimiento al Señor de Pachacamilla, ella regresó al año siguiente y le ofreció su popular turrón. Esta costumbre se repetía todos los años, hasta que el postre cautivó no solo a Cristo, sino a todos sus devotos.

Hasta hoy, los fieles limeños, entre ellos los niños, buscan probar con desesperación un bocado del delicioso turrón de Doña Pepa, como si la gran Josefa todavía siguiera viva.

Aprende la receta

Para preparar este clásico turrón en casa debes añadir en una sartén una cucharada de semillas de ajonjolí, dos cucharadas de anís y tostar a fuego lento hasta aromatizar. Luego, en un plato hondo, agrega 4 tazas de harina preparada, previamente cernida. Realiza un hoyo al centro de la harina e incluye en él 5 yemas de huevo, 400 gramos de mantequilla con sal, 3 cucharadas de azúcar y el anís con el ajonjolí tostado.


A continuación, mezcla y amasa todos los ingredientes hasta conseguir una textura suave y homogénea. Forma palitos de 20 centímetros en una superficie embadurnada con harina y colócalas después sobre papel manteca. Ingresa esta preparación al horno, a 180 °C durante 20 minutos, y luego déjala enfriar.

Para elaborar la miel, agrega en una olla dos membrillos cortados en cuartos, la mitad de una cáscara de piña, dos manzanas en cuartos, una cáscara de plátano, dos rajas de canela, cuatro unidades de clavo de olor y cúbrelos por completo con agua. Cocínalos a fuego medio hasta que las frutas se deshagan. Luego, con ayuda de un cernidor, cuela el líquido y resérvalo.

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